En estos días hemos estado siguiendo a través de los medios de comunicación la historia de Donald Trump en su intento de convertirse en presidente de Estados Unidos y con esta, el polémico tema del racismo que ha sido la bandera de su campaña.
Ahora bien, nos hemos sentido ofendidos por
sus declaraciones de que los Mexicanos que “mandamos” a los estados unidos son
violadores, ladrones y que no están bien educados, nos sentimos ofendidos por
que estas declaraciones son generalizadas y decimos que vienen a raíz del
racismo y la discriminación, ¿pero que si vienen a raíz del clasismo, del cual
los Mexicanos somos igual o más culpables aun que nuestros vecinos del norte?
La economía marxista habla de dos
grupos sociales, el primero es la clase capitalista, la cual tiene el control
de los medios de producción y está en una constante búsqueda de incrementar sus
ganancias, la otra en palabras de Paulina Peña Pretelini, es la prole o clase
trabajadora, la cual vende su mano de obra para obtener un sueldo.
“¿Bueno esto que tiene que ver
con el racismo? la prole si esta jodida, pero jodidos o no todos somos
mexicanos y los ricos también comen frijoles…” pues el problema radica en cómo
podemos identificar a una persona de la clase trabajadora.
Hagamos un ejercicio mental e
imaginemos a una persona “jodida” ahora si TU persona que estás leyendo esto en
un momento de ocio, imaginaste a una persona alta de tez blanca, cabello rubio
y ojos azules, cierra esta página, este artículo no es para ti, pero TU que
sigues leyendo seguro te imaginaste a un hombre chaparro de piel obscura,
cabello negro y rasgos, vamos a decir indígenas.
¿Qué cuál es mi punto? fuera de
hacerte sentir mal, mi punto es que si recuerdas lo que mencione de la economía
marxista y no te apellidas Slim o Peña, seguramente trabajas por un sueldo, lo
que significa que estas en la clase social trabajadora y que eres mayoría.
Y si crees en la frase de “divide y vencerás” y
eres un gurú de los negocios, una forma de crear división en una clasificación,
es creando otra clasificación más compleja, en otras palabras lo que Donald
Trump está haciendo, es dividir una sistema que era en un principio de ricos y
pobres, en otro que ahora tiene ricos, pobres latinos, pobres asiáticos, pobres
chinos, etc.
Ahora lo único que tiene que
hacer es darle prioridad a uno, para que como hermanos celosos se pongan a
competir entre ellos y olvidar que la unión hace la fuerza, algo que se viene
practicando desde tiempo de las colonias en Estados Unidos (de la mente
brillante de Cecilia Conrad) y que nosotros lo Mexicanos adoptamos cariñosamente
con el nombre de clasismo, que no es lo mismo, pero se parece.